Los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa pidieron este viernes ser excarcelados en las causas vinculadas con los cuadernos de las coimas por las que siguen presos, pero el juez Claudio Bonadío se negó esta tarde a liberarlos.

La apuesta de los empresarios será ahora conseguir revertir la decisión de Bonadio ante la Cámara Federal. Desde la defensa de ambos acusados anticiparon a La Nación que apelarán la medida del juez.

Este jueves, el Tribunal Oral Federal 3 les levantó la prisión preventiva dictada en el marco del caso Oil, pero necesitan que lo mismo se disponga en la causa de los cuadernos para poder dejar la cárcel de Ezeiza.

La Justicia ordenó excarcelar a los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa en la causa Oil Combustibles.

La Justicia ordenó excarcelar a los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa

Quien revisará el rechazo de estas excarcelaciones es la Sala I de la Cámara, integrada por los jueces Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, que esta semana firmaron el fallo Thomas, por el que liberaron al exfuncionario Oscar Thomas a pesar de que en este caso había estado 48 días prófugo, porque entendieron que no había riesgo procesal.

Los casos de López y De Sousa son distintos, de todos modos, del de Thomas, y a la hora de resolver excarcelaciones cada situación es analizada de acuerdo con las particularidades de cada acusado.

En Thomas fue clave para su liberación el dictamen favorable del fiscal Carlos Stornelli, quien indicó que la libertad no ponía en riesgo la causa.

Además, en el caso de Thomas, la investigación estaba terminada, con un requerimiento del fiscal para elevar la causa a juicio. El dato de que las pruebas estaban ya reunidas y la instrucción, concluida, fue determinante para concederle la libertad.

Las investigaciones contra López y De Souza no están tan avanzadas. La Cámara Federal tiene pendiente todavía confirmar -o no- los procesamientos dictados contra ambos por Bonadio, que los procesó con prisión preventiva.

Sobre López y De Sousa pesan dos acusaciones. Una tiene que ver con un supuesto lavado de dinero en la compra de departamentos en el edificio donde vive Cristina Kirchner. La hipótesis es que detrás hubo fondos espurios vinculados al fallecido Daniel Muñoz, que fue secretario privado de Néstor Kirchner. La otra causa es por un supuesto cohecho en el manejo de la obra pública.