Rubén Pagliotto es uno de los abogados que ha denunciado al ex gobernador Sergio Urribarri por enriquecimiento ilícito.
El abogado Rubén Pagliotto analizó en el programa Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral) la marcha de las causas más emblemáticas vinculadas con la corrupción, centralizado especialmente en el ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Sergio Urribarri.
En ese marco, también consideró que a su entender la Procuración “no tiene una política criminal ni una estrategia clara respecto a los delitos de corrupción” y puso como ejemplo la persecución que se le siguió al ex intendente de Gualeguay, Luis Erro, quien fue llevado a juicio y condenado por robo de energía eléctrica por la suma de aproximadamente cien pesos; y, por otro lado, hace pocos días se decidió archivar la denuncia que pesaba sobre el ex secretario de Trabajo de la provincia, Oscar Balla, quien había sido descubierto en un vehículo oficial, con viáticos, en otra provincia, a la que había viajado por cuestiones personales y no por función de gobierno.
“En lo personal, creo que la corrupción es uno de los peores delitos. Me parece que la Fiscalía debería tener un patrón parejo: o castiga de la misma manera o si decide -por una cuestión de política criminal- que determinados delitos no los perseguirá y los archivará, lo haga con todos; no de acuerdo a la cara del cliente”, asestó.
Con respecto a las causas de corrupción en la que está denunciado Urribarri, Pagliotto adelantó que espera que luego del 10 de diciembre, cuando el ex gobernador se quede sin cargo público, no haya impedimentos para avanzar en la aspiración de Justicia.
-Si se compara Entre Ríos con otras provincias del país, hay que reconocer que aquí existen cerca de cincuenta causas penales por el delito de corrupción, generadas en los últimos tiempos. En ese universo hubo condenas; elevación a juicio y otras que quizás no avancen con la celeridad que deberían por las “chicanas” de los abogados defensores; otras no avanzan porque están a la espera de pericias técnicas o presupuestarias. ¿Cómo observa este escenario de aquí a fin de año y para el próximo?
-Tres cuestiones básicas. Me parece que la Procuración –y es una opinión personal- no tiene una política criminal ni una estrategia clara respecto a los delitos de corrupción. La verdad que me produjo escozor y estupor ver, por ejemplo, que al ex secretario de Trabajo de la provincia, Oscar Balla, prácticamente se lo exime de responsabilidad penal y se manda a archivo la causa; porque aquella utilización que hizo para asistir a un certamen de fútbol, esgrimiendo cuestiones laborales que parece que no existieron y con viáticos de la provincia (la nafta la pagó el Estado), la amortización del desgaste del vehículo, el desgaste de las cubiertas en un rodado del Estado, al que hay que sumarle los viáticos que pagó el Estado. Y después se supo que no estuvo cumpliendo una función gubernamental, sino que integraba un equipo de ese certamen deportivo. Sin embargo, a Luis Erro (ex intendente de Gualeguay), se lo ha perseguido y juzgado en una forma muy severa por una suma que no llegó a cien pesos por utilizar energía eléctrica de una dependencia pública para un acto partidario. Esto marca un doble estándar, como una doble moral, porque con (Balla) se archiva una causa y con Erro hay una severidad, una persecución penal muy fuerte. Segunda cuestión, me parece que hay un buen lote de fiscales jóvenes. Y de ese grupo, para mí, el que ha descollado –tal vez porque venía con la experiencia y el ritmo de Comodoro Py- es Santiago Brugo. Además, fue el hombre que arrimó mucho los protocolos cuando se iniciaban estas causas de corrupción. Concretamente, la llamada causa madre que fue la denuncia que formulamos con el doctor (Guillermo) Mulet a partir de las investigaciones periodísticas de ANÁLISIS; contra (Sergio) Urribarri y su grupo familiar y algunos otros por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito. Y tercero, atado a esta cuestión, lo que se señala en la pregunta: una Procuración a la que todavía no le han dado todos los medios materiales, técnicos y humanos, que necesita una Fiscalía que está dispuesta a perseguir los delitos de corrupción, que son los de más alta intensidad. Insisto con una imagen que no es una frase hecha: la corrupción mata, la corrupción empobrece y la corrupción debilita las instituciones. En lo personal, creo que la corrupción es uno de los peores delitos. Me parece que la Fiscalía debería tener un patrón parejo: o castiga de la misma manera o si decide -por una cuestión de política criminal- que determinados delitos no los perseguirá y los archivará, lo haga con todos; no de acuerdo a la cara del cliente. Finalmente, aspiro que las causas que están próximas a un juicio, concretamente, la causa “de la vaca”, la causa que acumula tres expedientes y se la conoce como la del “Sueño entrerriano”, estimo que a partir del 10 de diciembre no habrá ningún obstáculo constitucional, porque Sergio Daniel Urribarri dejará de ser legislador; tampoco creo que llegue a ostentar un cargo importante a nivel nacional, más allá de su amistad con Cristina, que le impida o en todo caso, obture la posibilidad de ser enjuiciado. Me parece que, a más tardar en los primeros meses del próximo año, muchos de estos juicios estarán realizándose.
-Usted mencionó la causa Urribarri, que se inició en diciembre de 2015. ¿Qué le ha sorprendido en todo este tiempo en torno a esa causa?
-Me llamó la atención que una pericia demore tanto. Con el doctor Mulet hacíamos un cálculo básico, incluso cuando se lo comentábamos a muchas personas avezadas en el tema, nos decían “no hay otra”. Una persona con una gran carga de familia, son cinco hijos, más él y su esposa, siete personas; que han vivido de ser un cajero de banco, en una sucursal muy chica como en General Campos; luego ha empezado una carrera política, aún con buenos sueldos; no le da margen bajo ninguna circunstancia como para haber hecho la acumulación que hizo. También me sorprendió mucho más que el resultado que habría arrojado la pericia y que según escribieron ustedes en ANÁLISIS está guardada bajo siete llaves; se habría manejado en negro poco más de once millones de dólares. Estamos hablando, de acuerdo al tipo de cambio actual, cerca de 700 millones de pesos.
-Y eso es solamente lo que le administraba el empresario paraguayo Diego Armando Cardona Herreros.
-Esa denuncia, aparecida también en ANÁLISIS, viene muy bien como complemento. Lo que me llama la atención, frente a esta noticia de Cardona Herreros y “que ha sido una bomba”, el gobernador Gustavo Bordet, por quien tengo el máximo de los respetos y siempre digo que si es la mitad de su padre, ya es una buena persona; no haya tomado una medida drástica; aunque se trate del ministro de Economía, porque no es la primera de (Hugo Alberto) Ballay. En su momento tomamos todo el trabajo de investigación de ANÁLISIS y tiramos otras líneas y lo usamos como complemento. Pero resulta que lo que nosotros considerábamos un complemento, termina siendo una de las piezas más importantes que se habían detectado como enriquecimiento y que dio lugar a la primera denuncia. Hay que recordar que eran tres sociedades anónimas, con tardías declaraciones porque él dice que la plata un poco la “amasa” con la soja y el arroz, pero resulta que descubrimos que el arroz fue en los primeros meses del gobierno de (Mauricio) Macri, cuando termina inscribiéndose y en la soja se había inscripto el año anterior. En consecuencia, de arroz no pudo haber levantado ni la primera cosecha; y con la soja llevaba una, pero con los problemas que había en ese momento porque ya no se vivía el “boom sojero”. Y la otra causa que produce desvelo y que se está investigando - confío y respeto mucho al fiscal federal nuevo Carlos García Escalada., es la causa por la llamada mesa de dinero que funcionaba en el Senado provincial. Y que vuelve a la familia Urribarri, y cobra centralidad en esa historia al menos Mauro Urribarri.
-Después de lo que se conoció de Cardona Herreros, queda la sensación de que hoy por hoy se conoce apenas el 50 por ciento de los movimientos de Urribarri.
-Pienso lo mismo. Hay mucho más que no se conoce. Porque ha ido in crescendo, es decir, de la primera denuncia luego se han sumado otras y ahora ésta la de los once millones de dólares. Y ahí no hay ningún apalancamiento ni nexo con Agro Premium ni con otras sociedades empresarias.
-A su entender, el escenario 2020 no variará. Es decir, más allá del color político, habrá un escenario judicial donde las causas avanzarán, fundamentalmente porque no tendrán la cobertura legislativa.
-Durante estos cuatro años el gobernador fue Gustavo Bordet. Y a mí, fiscales con los cuales tengo mucha confianza, me han jurado sobre la memoria y vida de sus hijos, que jamás ni directa ni indirectamente han recibido ni siquiera una suerte de mensaje direccionado a que se acelere o desacelere alguna causa. Incluso, cuando se piden algunos informes al Poder Ejecutivo y me han contado que se han pedido informes a partir del tema Cardona Herreros, han solicitado las declaraciones juradas de (Diego) Valiero, de Ballay, y de Miguel Ángel Ulrich y la de Urribarri también. Y, por supuesto, en cinco minutos se dispuso dar esos informes como corresponde. Y ahí surgió una sorpresa: había pocas fojas cargadas. Ahora habrá que ver la consistencia o falta de ellas, porque me imagino que si él pretende de alguna manera ejercer una defensa en el sentido de querer convencer que su enriquecimiento no fue ilícito, en esas declaraciones juradas deben aparecer la información correspondiente. Incluso debe aparecer, no digo todo, sino parte de esos once millones de dólares.