De ANÁLISIS DIGITAL

La jueza de Garantías Elisa Zilli, rechazó un acuerdo entre la defensa de los hermanos Siboldi y la fiscal titular de la causa, Patricia Yedro. Las dos partes pretendieron extender la prisión preventiva con tobilleras electrónicas fuera del penal, en otra localidad del departamento Paraná, en beneficio de Maximiliano Alexis y Brian Exequiel Siboldi.

El primer mes y medio de medida restrictiva después del triple crimen de Bajada Grande venció hoy. Por eso la fiscal titular de la causa había acordado con la defensora particular, Natalia Salvatelli, extender la prisión preventiva por otros 45 días pero cambiando la modalidad: que los hermanos salgan del penal, se les coloque una tobillera electrónica y cumplan la preventiva fuera de Paraná, posiblemente en María Grande.

Ese acuerdo fue rechazado por la jueza de Garantías, Elisa Zilli, quien determinó que los hermanos continúen cumpliendo la preventiva en la cárcel de Paraná.

Así pudo reconstruirlo ANÁLISIS, tras dialogar con el fiscal de feria, Martín Wasinger, quien asistió a la audiencia en representación de la fiscal Yedro. Los defensores Alberto Salvatelli (en representación de Oscar Siboldi) y Natalia Salvatelli (en representación de los hermanos Siboldi), evitaron pronunciarse con este medio.

Como la mayoría del personal del Poder Judicial está de vacaciones, la audiencia se realizó en el Salón 4, en el primer piso de los tribunales. Se cambió a último momento, porque iba a realizarse en los salones de planta baja, donde habitualmente ocurren las audiencias.

El salón 4 es de dimensiones muy pequeñas. Casi no entran más personas que las partes de un juicio. Por ese motivo, se prohibió el libre ingreso de la prensa. Al lugar pudo entrar un solo medio.  

Extraoficialmente, a los medios que quedaron afuera de la sala, se les dijo que la elección a último momento de un salón pequeño fue para evitar el cruce entre familiares de víctimas e investigados. Sin embargo, las dos familias caminaron los mismos pasillos de tribunales. Por otro lado se alegó un cambio de modalidad en las actividades ordinarias del Poder Judicial, a raíz de la feria.  

Triple crimen de Bajada Grande

El sábado 25 de mayo, a la madrugada, en Bajada Grande fueron asesinados Luciano Álvarez de 37 años; Miguel Aguirre de 35 años, y de Leonardo Martín Álvarez de 29 años.

Oscar Aníbal El Negro Siboldi y sus dos hijos, Maximiliano Alexis y Brian Exequiel, fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público Fiscal.

El crimen ocurrió mientras Oscar Silboldi cumplía prisión preventiva domiciliaria por otro asesinato, el de Brian Francisco Farías de 21 años, quien murió al recibir un disparo en el tórax el sábado 9 de junio de 2018.

El lunes 27 de mayo de este año, la fiscal Patricia Yedro recibió la declaración de imputados de los tres acusados Siboldi por el triple crimen de Bajada Grande. El padre, Oscar Siboldi, se adjudicó las tres muertes para beneficiar a sus dos hijos.  

Al día siguiente, la fiscal pidió la prisión preventiva de los tres, que fueron alojados en la Unidad Penal Nº1 de Paraná.

Los argumentos de la primera audiencia por las preventivas

En su momento, Yedro valoró la posibilidad de fuga para fundamentar el pedido de las preventivas, atendiendo que el mayor de los Siboldi estaba cumpliendo esa medida restrictiva y estaba la realización del juicio oral (acusado por otro homicidio) cuando ocurrió el triple crimen.

Yedro también mencionó la probabilidad de entorpecimiento de la investigación. “Siboldi vive pegado a la casa de Álvarez. En esa finca lindera quedó su viuda y los hijos, quienes estaban en la casa de Siboldi al momento del crimen. Ellos tienen temor”, resaltó.

A eso hay que sumarle la manifestación de un vecino que testificó y dijo haber sido amenazado de muerte. Otro de los puntos que argumentó la fiscal para señalar el peligro de entorpecimiento es el hecho de que hayan desaparecido las tres armas de fuego con las que se ejecutó a las víctimas.

Por otro lado, el defensor particular Alberto Salvatelli no se opuso al pedido fiscal y aceptó que su cliente vaya por 90 días a prisión preventiva en la UP de Paraná. Durante su intervención, resaltó la disposición del imputado y señaló su declaración indagatoria, en la cual se responsabilizó por los tres crímenes.

En tanto, la abogada Natalia Salvatelli, defensora de los hermanos Siboldi, consideró excesivo el pedido de 90 días, por lo cual reclamó 45 días de medida coercitiva. “Los hermanos Siboldi fueron detenidos en su casa. Alexis se entregó ayer, previa conversación telefónica con el fiscal”, aclaró.

Quién es Oscar Siboldi

En el libro “Las cenizas del narco”, Daniel Enz escribe lo siguiente sobre Oscar Siboldi: “Lo que más se acentuó es el tráfico por agua, en especial en zonas de Paraná, Villa Urquiza, La Paz y Diamante, en conexión con Rosario y Santa Fe. En este último aspecto, quien más creció fue Oscar Aníbal Siboldi, uno de los principales referentes narcos del Paraná XVI. Nadie le conoce un trabajo fijo; sin embargo, ostenta un nivel de vida importante, con varios autos, una camioneta y motos de alta cilindrada, además de varias viviendas en el citado barrio, como así también en Bajada Grande. “Se quedó con buena parte del negocio narco, tras la caída de Caudana, Barrientos, Celis y Castrogiovanni”.

“Siboldi arrancó en los años ’90, regenteando un prostíbulo ubicado en calle Jorge Luis Borges casi Almafuerte. Luego estuvo estrechamente vinculado con un bar que funcionaba en calle Galán y Los Jacarandaes, que era solventado por un individuo que fue condenado por explotación sexual de dos menores de edad.

“Comenzó a vincularse con el mundo del narcotráfico en el 2005, en comercialización y venta de marihuana. Su principal proveedor era Daniel “Tavi” Celis. Cuatro años después Siboldi fue condenado por el Tribunal Oral Federal Paraná, a cinco años de prisión efectiva en la Unidad Penal 1. Cuando salió de la cárcel comenzó a independizarse en el narcotráfico, junto a sus hijos y amigos de éstos. Pero en el 2011 fue nuevamente condenado por narcotráfico. Salió en el 2014 e instaló una rotisería a la vuelta de su casa por calle Clark, pero continuó en el mundo del narcotráfico, no solamente comercializando marihuana, sino también cocaína.

Se quedó con el negocio en el barrio Paraná XVI, desplazando a Fabián González (más conocido como Cabeza de Fierro) y Lisandro “Pokemón” Giménez. “Siboldi tiene lanchones para unas 20 personas y va juntando los paquetes que dejan los barcos paraguayos, entre Diamante, Paraná y Colastiné, en Santa Fe, para luego colocarlos en el circuito de comercialización. El radio nadie lo controla y es un agujero negro”, indican los más conocedores.

“El río Paraná es una de las rutas preferidas por el narcotráfico y está claro que los operativos de Prefectura Naval se concentran más en Misiones y Corrientes que en Entre Ríos, lo que no deja de ser un grave error. Varios de los embarques de droga terminan desparramados por zonas isleñas entrerrianas y por ende es tierra de nadie. “A la noche no se puede andar por determinados lugares de Diamante o La Paz, porque te acribillan a balazos los narcos que están esperando el paso de los barcos de bandera paraguaya”, indicó un baqueano.

“El río Uruguay, se sabe, es un acceso preferencial, donde ya sea por embarcaciones clandestinas o tratando de esquivar la vigilancia en los tres puentes binacionales, el narcotráfico va y viene entre ambas orillas. Muchos de los regenteadores de prostíbulos que estaban en Entre Ríos se cruzaron al Uruguay a continuar el mismo negocio cuando fueron clausurados cientos de esos locales en la provincia y, a la vez, desarrollan el narcotráfico y en especial el traslado de cargamentos de cocaína”.