El ex legislador y ex convencional constituyente, Rodolfo Parente, analizó la relación de la política y la justicia en el gobierno de Alberto Fernández.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Parente analizó que “desde la creación de esa comisión de supuestos especialistas hasta todos los pasos que se han dado con el tema del fiscal General de la Nación y la Suprema Corte es un enchastre atrás de otro”. “Integrar una comisión con un señor que es abogado defensor de una persona que tiene entre 8 y 11 procesos abiertos, es tomarle el pelo a la gente, además de que no le conozco demasiados diplomas a (Carlos) Beraldi”, ejemplificó.

Asimismo, opinó que “las conclusiones definitivas fueron bosta de paloma, como diría el General (Juan Domingo) Perón, es decir que no sirven para nada o para lo único que sirven es para decir que el fiscal se elegirá con el voto de la mayoría contradiciendo lo que dice el mismo despacho que plantea que se necesitan los dos tercios de la Cámara de Diputados, lo cual es otro enchastre”.

Al respecto, explicitó que “se está nombrando a una persona que tiene que fijar la política criminal de un país, que no es una cosa menor porque se define si Argentina jerarquiza la lucha contra las drogas, la lucha contra el terrorismo, la prevención de delitos de menores de edad, si se hace algo o no se hace nada. Y la verdad que sobre esto, no surge ninguna conclusión de esa comisión llamada de expertos con lo cual me parece que está todo mal encarado”.

Asimismo, sostuvo que “si hay conversaciones del Presidente de la Nación con miembros de la Corte, es una desprolijidad”. “No me imagino a un presidente serio hablando con los miembros de la Corte. Lo que pasa es que Alberto Fernández es bastante versátil, hay que recordar su currículum y está puesto ahí de una forma que, si bien nadie quiere resentir la autoridad presidencial, está haciendo agua por todos los frentes que ha abierto. No hay una política y encima tenemos una pandemia que no afloja, con lo cual estamos en una situación de peligro”, definió.

Para ejemplificar, mencionó que “Martín Lousteau en su intervención por la reforma de la ley de jubilaciones hizo un análisis extraordinariamente importante sobre las idas y vueltas que ha tenido el kirchnerismo y el peronismo en esta materia, lo que es francamente para escribir un libro”. “Esas idas y vueltas se corresponden con la falta de una política en Argentina para tratar los problemas serios que tiene el país. Afortunadamente los malos de la película, que son los productores agropecuarios, han comenzado a liquidar y el Banco Central pudo respirar un poquito. Veo este panorama con mucha preocupación”, resumió.

Por otra parte, consideró que “lo de (Amado) Boudou es un escándalo; un guitarrero y motoquero elegido a dedo por la señora Fernández, que no tenía ninguna entidad para ser vicepresidente de la Nación y que fue un antojo de la señora Fernández de Kirchner ponerlo ahí”. “Alguien tiene que ir preso, porque si no estamos enceguecidos por la gente que comete un delito grave y va presa y las cárceles están abarrotadas de reclusos mientras estos personajes que cometen delitos contra la fe pública y contra el patrimonio nacional están en su casa disfrutando de sus hijos”, cuestionó. En el mismo sentido, apuntó: “Me parece una frivolidad hacer cálculos matemáticos para beneficiar a un vivo que se quiso quedar con una imprenta”.

Por otra parte, Parente afirmó que “Comodoro Py es grande, pero el foco se ha puesto sobre siete u ocho jueces y fiscales. Por supuesto que hay que hacer una reforma judicial, más en este momento donde se impone el sistema acusatorio a pleno, pero hay que nombrar fiscales, no jueces, que son quienes tienen que investigar”.

En ese contexto dijo haberse quedado “estupefacto” porque “hubo periodistas que salieron a cruzar a (Daniel) Santoro” y recordó: “Cuando la Cámara le dicta la falta de mérito, habla de un código de ética. Cuando se presentó hace 30 años un Código de Ética Periodística junto con el derecho a réplica, fue un escándalo nacional de proporciones”. “Que sigamos todavía con el tema de las fuentes, me parece una barbaridad. El periodismo debe tener libertad para investigar y si no se demuestra que estaba mintiendo deliberadamente y que sabía que estaba mintiendo, hay que dejarlo tranquilo”, consideró.   

Como resumen, definió: “Todo lo que se avanza es en el sentido de retacear derechos, lo que me parece muy mal”.

Sobre el procesamiento del fiscal Carlos Stornelli, planteó que “una persona que tiene poder, tiene poder para deshacer cualquier causa. Si uno tiene el poder, no está mal que se le dicte una prisión preventiva que evite que un expediente vaya a la parrilla”. “Estamos de acuerdo en que hay un abuso de las prisiones preventivas pero una persona que tiene poder y lo maneja, tiene poder para hacer cualquier cosa que lo exima a posteriori de cualquier responsabilidad penal. No tengo un concepto tan disvalioso de Stornelli, porque muchas veces el fiscal tiene que caminar en el barro para investigar”, analizó.

En ese mismo sentido, sostuvo que “es una enormidad que el periodista Diego Cabot esté sometido a un acoso judicial por una causa, porque así tenemos que derogar la ley del arrepentido”. “El arrepentido es una figura que hace algunos años me producía cierto escozor, no me gustaba pero viendo la evolución del derecho penal y de la investigación criminal a lo largo de los años y en los países donde hizo eclosión el terrorismo y el narcoterrorismo, la figura del arrepentido es una figura extraordinaria.”, admitió.

Al respecto, dijo que “es una figura útil, especialmente en las causas de corrupción económica, donde es bastante difícil conseguir alguien ligado al poder que se quiebre y declare como hizo (Oscar) Centeno”. “Hay una delgada línea que hay que analizar con mucho cuidado”, concluyó.