De ANÁLISIS

Fabián Rogel estuvo en el programa Nunca digas nunca (Gigared Paraná). El ex convencional constituyente, diputado provincial y nacional con mandato cumplido y ex presidente del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), habló del contexto de pandemia mundial, de capitalismo y política. Partió de un panorama mundial y fue haciendo foco progresivamente hasta llegar al contexto local. Pidió “autocrítica” al interior de la Unión Cívica Radical (UCR); la mentó que no haya un “grupo interno nacional” que movilice y genere debate; prometió trabajar para construirlo; y pidió respetar la Justicia y la voluntad popular. “No puede ser que si hay un fallo que me perjudica la justicia sea mala y si hay un fallo que me beneficia la justicia sea buena. No puede ser que el pueblo sea malo cuando no me elige y bueno cuando sí me elige”, marcó.

Política, capitalismo y pandemia           

Rogel inició la entrevista dando opiniones sobre el contexto actual de pandemia mundial, en medio de un capitalismo voraz, con gestiones políticas de países en vías de desarrollo basadas en administrar la pobreza.

“Es tiempo de mucha violencia y desconsideración. Hace un tiempo atrás decía que el mundo iba a entrar en una gran crisis e iba a tener que rediscutirse. Porque la ausencia de liderazgos, y no me refiero a líderes como personas sino como modelos económico y sociales, crujió con esta pandemia que aún no sabemos bien cuál es el trasfondo. Esta crisis podría haber sido distinta”, evaluó y añadió: “El capitalismo, desde mi punto de vista, aplastó a la política. Se convenció a la gente de que para existir hay que ser exitoso y ese éxito tiene que estar vinculado a lo material. Por lo tanto, los gobiernos son administradores de pobreza, sobre todo en países como el nuestro, que no pueden satisfacer la demanda de los pibes que quieren cambiar las zapatillas cada seis meses porque en la escuela se ríen si no es así. No hay gobierno que pueda satisfacer la demanda de consumismo brutal que se ha impuesto. Al no tener referencia, por cualquier cosa el mundo hace crack. Argentina recibe los coletazos como siempre, como todo país dependiente. Veo con tristeza la falta de volumen político”.

El dirigente radical fue focalizando progresivamente en la situación que compete al país. “Este es un país con 50% de trabajadores en negro. Diecisiete millones de personas, que viven en la provincia de Buenos Aires, sobre 40 millones de argentinos. Ahí hay millones que se levantan todos los días a pelearla, a producir lo que pueden, a desarrollar cuentapropismo. Todo ello está sufriendo y no alcanza con una asistencia mensual que habrá que recomponer después. Hacer andar un aparato productivo que (Mauricio) Macri dejó parado, hacerlo andar después de esta pandemia, va a costar mucho”.

Dijo sentir esperanza porque “el pueblo Argentino tiene reservas interesantes para dar vuelta la página”. “Si salimos de esta pandemia con la menor cantidad de muertos posibles y logramos una reactivación más temprano que tarde, los logros serán del Presidente pero también de la oposición que tuvo una actitud propositiva”.

Reafirmó la idea de hacer oposición acompañando la gestión en la pandemia, aunque no hay que dejar de señalar por ejemplo “si hay desvío de fondos”. “No creo  que tengamos que hacer oposición por oposición misma. La gente no espera que los políticos salgamos a putear todo el día. ¿O quieren hacer creer que quienes quieren que se levante ya la pandemia no persiguen interés? Persiguen intereses absolutamente ligados al capitalismo. Sería tenebroso pensar que el Presidente quiere que la pandemia siga porque eso le da rédito político. Toda esta crisis debería servir para que toda la dirigencia, la gremial, empresarial, la política y la justicia den un salto cualitativo”, consideró.         

“Bahl no alcanzó a arrancar”

“Las autoridades del partido son monocolor. Una situación política particular. La gestión anterior concentraba el poder. Nosotros decidimos no ir a una contienda, por eso es monocolor”, explicó Rogel cuando fue interpelado por la conducción partidaria.

Más adelante planteó que quien está en el poder “maneja la información” y no sólo en el contexto de pandemia. “Esto ocurre en democracia plena”, acotó cuando se le preguntó por el protagonismo de los ejecutivos en medio de la emergencia sanitaria. Después se centró en Paraná y dijo que el intendente Adán Bahl “no alcanzó a arrancar”. “Creo que está cumpliendo servicios básicos y tendrá un plan de gobierno con acciones importantes para cuando esto se levante”, estimó.

Autocrítica

“El radicalismo tendrá que rediscutirse. Creo que necesitamos un proceso de crítica hacia adentro, sana y responsable. No para buscar responsables, porque es la sociedad la que los busca cuando vota. Y la gente ya votó. Se piensa que el pueblo es bueno cuando me vota y malo cuando no me vota, independientemente de las circunstancias particulares que pueden perjudicar o no. Pero si uno respeta la voluntad popular, en Paraná hubo un resultado. Por lo tanto, si nosotros queremos prepararnos para la conquista del poder en la provincia y en las ciudades donde se perdió, hay que tener un proceso de crítica. Lo otro en como el Hamster que gira en la rondanita y creer que se avanza cuando se gira sobre sí mismo”.

En la misma línea, consideró que “la ciudad de Paraná va a merecer de parte nuestra un proceso político de propuestas,  donde nosotros le digamos a la gente qué cosas estamos dispuestos a hacer por esta ciudad que creo está en una enorme crisis de acumulación de malos gobiernos desde hace mucho tiempo. Y donde nosotros tenemos que salir a ofrecer otra cosa, otros nombres, otras propuestas innovadoras”.

Recordó que en el 87 era funcionario del gobierno nacional y tenía excelente relación con Humberto Varisco. “Veía que la ciudad estaba metida adentro. No actores políticos y punteros, la ciudad”.

Por eso, “el radicalismo va a tener que tirar otra propuesta. La ciudad de Paraná está agotada desde mi punto de vista. Ojalá el intendente actual pueda empezar a revertir esa curva. Y tenemos que tener otros nombres, gente nueva, no está la juventud, hay que tener muchas mujeres. La única que ablanda la política en tiempos de crisis son las mujeres. Hay que mostrar otro rostro y empezar desde ya porque cuatro años pasan muy rápido”, advirtió.

Sobre la condena a Varisco

“Tenemos que ser respetuosos de lo que dice la justicia y la voluntad popular. Dejar de pensar que es buena la justicia cuando hay un fallo que me beneficia, pero mala cuando hay un fallo adverso. Hay que esperar que termine la Casación que está planteada. Habrá que ver cómo confirma Casación ese fallo del Tribunal”, planteó.

Después marcó distancia de los ismos. “Soy radical no varisquista. Tuve acercamiento al varisquismo hasta el año 87 pero nunca fui alfonsinista, varisquista o montielista. Creo que mucha gente debe estar esperando la conclusión final de la justicia”.

“Hay gente que me viene a ver, algunos piensan en la inocencia de Sergio Varisco, en los intereses con los que habría actuado la justicia, y pensarán que esto se va a resolver de manera positiva. Otros pensarán que es una etapa terminada. Yo no hago política en función de las desgracias ajenas. Me parece mediocre y triste. Hablo de desgracias por el fracaso político. Soy muy agradecido de la política y el radicalismo, pero he sufrido mucho la conjura de los mediocres, los que temen que uno tenga algunas ideas que molesten y se juntan para impedir que uno obtenga algún triunfo de esas ideas”, plasmó.

“Los movimientos internos acercan la gente”

Por último prometió trata de “construir política en la provincia, Paraná y el país”. “Es inconcebible que desde hace 15 años, con esta crisis política, el radicalismo bajó muchas banderas. Está inmerso en una gran crisis. No hay un grupo político interno a nivel nacional. Lo que dio vida al radicalismo en los momentos de crisis, lo que lo sostuvo, fueron los grupos internos nacionales o provinciales. Los movimientos internos son los que acercan la gente, la juventud, abren los debates. Que no haya un grupo interno nacional muestra la crisis. Creo que lo de la provincia es malo y mediocre. Tenemos que llamar la atención de la sociedad entrerriana con propuestas e ideas. Hace 20 años que esta provincia no tiene un modelo de crecimiento sostenido. ¿Qué vamos a hacer con el norte olvidado? ¿Con este centro medio que es una transición entre provincias? ¿Cómo puede ser que haya un modelo productivo en la costa del Paraná y orto modelo productivo en la costa del Uruguay? Tenemos que volver a llamar la atención de la sociedad. Lo mismo que dije para Paraná, para la provincia”, concluyó.