Una sociedad que no atiende ni respeta a sus ancianos, no tiene derecho al futuro. Ese es el espíritu que se transmitió en el informe especial que se presentó en el programa Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral) y que permite valorizar la necesidad de la contención para cambiar la mirada sobre los adultos mayores.

Según las estadísticas, en 2025 habrá más adultos mayores en el mundo que niños y niñas menores de 15 años. Y en ese marco, Entre Ríos es una de las provincias más envejecidas, es decir, que tiene uno de los porcentajes más altos de personas mayores.

El envejecimiento de la población es una temática que lleva a la necesidad de proponer mayor contención por medio de la implementación de políticas de Estado.

En Entre Ríos funcionan cinco hospitales para la atención exclusiva de personas mayores, y otros 16 poseen internación.

La vejez y sus potencialidades para mejorar la calidad de las prestaciones no dejan de ser una prioridad en la agenda sanitaria pública.

En el programa Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral) se emitió un informe que da cuenta que Entre Ríos cuenta con cinco establecimientos de Salud con internación especializada en tercera edad y, además, existen hospitales que destinan camas para la atención geriátrica. A su vez, los Hospitales de Día buscan la prevención terciaria, la rehabilitación de las personas mayores, y tienen como objetivo evitar la institucionalización, es decir, que permanezcan el mayor tiempo posible dentro de su núcleo familiar.

También se aclaró que los geriátricos están destinados a la atención biopsíquica de personas mayores que padezcan enfermedades que requieran de atención médica y de enfermería permanente o no permanente.

En función de la nueva categorización de establecimientos sanitarios que la provincia instituyó mediante el Decreto Nº 2.524/18, se constituyeron como establecimientos especializados en la atención de la tercera edad a los hospitales Fidanza de Colonia Ensayo (Diamante); Pascual Palma de Paraná; “Libertador General San Martín” de Pueblo Brugo (Paraná); el Hogar de Ancianos de Villaguay; y el “Domingo S. Cúneo”, de Victoria.

Además, los nosocomios que cuentan con internación geriátrica son los siguientes:

* Departamento Colón: el San Roque María de Francou de Villa Elisa y el Chacabuco de Arroyo Barú.

* Departamento Gualeguay: el San Antonio.

* Departamento Feliciano: el Francisco Ramírez de San José de Feliciano.

* Departamento Paraná: el Brague Villar de Hasenkamp.

* Departamento Gualeguaychú: el Manuel Belgrano de Urdinarrain; el Santa María de Gilbert; el San Isidro Labrador de Larroque y el Güemes de Faustino Parera.

* Departamento La Paz: el Gregoria Pérez de San Gustavo.

* Departamento Nogoyá: el Santa Rosa de Lucas González.

* Departamento Villaguay: el Noé Yarcho de Villa Domínguez.

En tanto, son establecimientos de gestión compartida junto a las cooperadoras: San Benjamín de Colón; Perú de General Galarza; Castilla Mira de Viale; y San Francisco de Asís de Crespo.

El hospital Pascual Palma

El hospital Pascual Palma, que se encuentra en el complejo Escuela Hogar Eva Perón, cuenta con tres salas de internación, según el nivel de complejidad, y 62 camas.

Dentro del nosocomio y en el Hogar de Día “Dr. Mario A. Bozzi” -inaugurado en 1993- funcionan también distintos servicios: Laboratorio, Kinesiología, Fonoaudiología, Cardiología, Rayos, Alimentación, Cocina y Despensa, Enfermería, Lavadero y Costura, Inventario, Estadística, Servicio Social, Farmacia; Esterilización, Consultorios Externos, Salud Mental, Mantenimiento, Administración y Personal.

Además, el hospital, que cuenta con 188 personas entre profesionales, técnicos y agentes en general, tiene guardia pasiva las 24 horas y un horario de visita para los familiares de los pacientes desde las 15 y hasta las 17 horas.

En 2017, cuando asumió el doctor Esteban Sartore había sólo 12 pacientes internados. Actualmente, son 55 las personas internadas y otras 25 que participan de forma transitoria en el hospital de día.

Cambio de paradigma

“El Hospital de Día es un centro de rehabilitación, donde interactúan once profesionales entre nutricionistas, trabajadoras sociales, kinesiólogos y médicos, entre otros, que se abocan a la rehabilitación de las personas mayores”, describió Sartore.

“A manera de ejemplo, podemos señalar que buscamos que algún paciente que haya sufrido un accidente cerebro vascular (ACV), alguna amputación u otro padecimiento similar, pueda rehabilitarse y volver a estar en la comunidad de pertenencia. Es decir, tratar de evitar la institucionalización”, resaltó el director del hospital geriátrico Pascual Palma.

“Venimos trabajando el cambio de perfil del hospital. Nuestro hospital fue creado en su momento con el modelo denominado asilar, que privilegiaba la institucionalización de toda persona mayor. Lo más parecido a un asilo de anciano o un clásico geriátrico”, recordó el doctor Sartore.

“Este cambio de perfil institucional no es fácil, porque genera muchas crisis. No obstante, venimos trabajando para cambiar la mirada que tiene la comunidad hacia el hospital Pascual Palma. Me cuesta decirlo, pero hay que reconocer que era percibido o entendido como si fuera un depósito”, advirtió y enseguida aclaró: “Nosotros intentamos pasar de un modelo asilar, a un modelo amigable de hospital. Es decir, que las puertas de nuestra institución están abiertas para la internación hospitalaria. Los pacientes ingresan para realizar un tratamiento y luego regresen a su comunidad de pertenencia cuando sean dados de alta”.

“Nosotros contamos con tres salas de internación y una modalidad de hospital de día. En la Sala 1 tenemos capacidad para 16 camas y están los pacientes que requiere cuidados paliativos y agudos, es decir, que necesitan de una atención más cuidadosa. La Sala 2 cuenta con 18 camas, donde se trabaja en rehabilitación. Se cuenta con kinesiólogos, terapistas y nutricionistas, entre otros profesionales y tiene como objetivo la rehabilitación de los pacientes que no pueden trabajar en la modalidad de Hospital de Día, y que necesitan de una internación. Luego, contamos con la Sala 3, que tiene una capacidad de 22 camas y donde se trabaja el alta del paciente”, describió.

“Así vamos preparando el alta del paciente para, por ejemplo, el Hospital de Día, volver a su núcleo familiar u optar por alguna residencia geriátrica o gerontológica. Pero, todo esto trabajado con la familia”, indicó Sartore, quien admitió que hay familiares presentes y otros que directamente no aportan y de algún modo se desentienden de sus seres queridos.

Al ser consultado cuál es la intervención del Estado frente a un paciente que encima padece la ausencia de sus seres queridos, Sartore recordó que “si bien trabajamos para cambiar el perfil del hospital para que no se lo perciba como una residencia geriátrica, del mismo modo entendemos que el Estado debe estar presente y no se puede dar de alta a un paciente que, al regresar a su domicilio, no tendrá las necesidades básicas satisfechas”.

En ese marco, reconoció que tienen pacientes “crónicos”, justamente porque en sus hogares familiares no se garantizan la cobertura de sus necesidades básicas. Puso como ejemplo algunas carencias y recordó que la obra social PAMI tiene un solo lugar de convenio en Paraná para institucionalizar a un paciente. Entonces, hay que formar parte de una lista de espera. Y, en el mientras tanto, como Estado no podemos abandonar a un paciente o dejarlo en la calle”.

En otro orden, Sartore adelantó que están por comprar un aparato de Rayos, lo que implicó acondicionar un espacio específico para recibir esa tecnología; además de presentar dos proyectos para la creación de dos servicios de Odontología, que incluye la realización de prótesis para los beneficiarios del hospital y la creación del Servicio Vacunatorio, entre otras iniciativas que consolidar el perfil de que no son un depósito ni una residencia geriátrica sino un hospital.

Testimonios de vida

Un paciente de 72 años, recordó que desde hace quince se hace tratar en el hospital. Esta persona trabajaba de vendedor ambulante, vendiendo garrapiñadas y reconoció que la atención que recibe en el nosocomio es muy buena.

Reconoció que nunca se casó, pero tiene dos hermanas que lo visitan día por medio, porque viven muy lejos y les cuesta venir en colectivo.

Por otro lado, una señora de 71 años compartió que hace cuatro meses que está en el hospital. “Hice un ACV y llegué prácticamente con todo el lado derecho casi paralizado. Y en estos cuatro meses siento que he adelantado un montón. Lo que quiero decir, es que este lugar es maravilloso, todo el personal es cariñoso. Y lo que se consigue aquí es paz, tranquilidad y rehabilitación”.

Luego agregó que todos los días tienen gimnasia y distintos talleres, que nos favorece en el crecimiento de cada uno. “Yo era una persona que nunca tuve amigos y ahora, tal vez somos 18 y a todos los considero mis amigos porque hay mucho respeto y cariño”, reconoció.

Otra mujer compartió que sufrió una amputación sobre la rodilla de su pierna izquierda “y aquí nos estamos rehabilitando”, reconoció y adelantó que están preparando una obra de radioteatro. Y subrayó “que todo esto es posible porque aquí hay equipo y todos te prestan atención y con todos podemos hablar. Para decir algo especial, la comida es riquísima y eso es parte del respeto por todos nosotros”, graficó.

Antonio, más conocido como “Polo”, llega al hospital todos los días. “Compartimos el desayuno y el almuerzo y actividades que nos permiten ejercitar la mente e incluso cambiar la mente para no detenernos solamente en lo que padecemos. Somos como alumnos y esto es como un recreo”, ejemplificó.

En su caso, que regresa a su hogar todos los días, manifestó “que a veces en los feriados que son medio largos, uno extraña el hospital; porque en una etapa embromada de mi vida conoció gente hermosa. Ese mate simple que compartimos, es una gota de vida”.