Álvaro Moreyra
“Lo que mal empieza, mal acaba”, reza un viejo dicho que trascendió muchas generaciones y no por ello dejó de tener veracidad. Algo más o menos así aconteció con El Decano del fútbol paranaense hace algunos días nada más, momento en que se consumó su descenso, el segundo en dos años. Esta vez fue mucho más doloroso, porque llegó al fondo, lo quue equivale a decir que no hay más categorías por debajo, solamente las Ligas de origen de cada uno de los clubes, en este caso, la Liga Paranaense de Fútbol (LPF).
Hace algunos días nada más se consumó el descenso de Atlético Paraná al Torneo Regional Amateur, el último peldaño de los certámenes organizados por el Consejo Federal de AFA y en el que participan aquellos equipos que se consagraron en los torneos domésticos.
El Rojiblanco bajó de nivel tan pronto, casi como subió al fútbol profesional, pues en poco tiempo pasó del viejo Torneo del Interior, allá por 2010, al Torneo Argentino B, posteriormente al Argentino A y en 2014 llegó a la Primera B Nacional, ni más ni menos.
En la Segunda División del fútbol argentino jugó hasta mediados de 2017, cuando descendió al Federal A, sitial al que dejó de pertenecer.
Justamente en el Federal A 2017/18 zafó con lo justo de bajar de nivel, se salvó prácticamente en la última fecha, algo que no pudo evitar en la que actualmente se juega, pues los equipos de buen andar están peleando en estos días por subir de categoría.
Arrancó mal, terminó peor
La actual campaña no empezó de la mejor manera. Es que cuando prácticamente era un hecho que Fernando Benítez iba a continuar sin muchos preámbulos en la dirección técnica, la nueva comisión directiva encabezada por César Fontana decidió estirar los plazos y charlar con otros entrenadores, aunque finalmente arreglaron con el Tincho.
El arranque no fue el ideal para el joven entrenador, ex jugador de la entidad e hincha del Gato. De hecho, los resultados estuvieron lejos de ser los ideales y al término de la primera rueda Paraná quedó condenado a jugar la Zona Reválida.
(Más información en la edición gráfica número 1094 de la revista ANALISIS del 4 de abril de 2019)