Por A.S.
—¿Cómo anda amigo? Me quedé con una duda desde la quincena pasada...
—¿Una sola? No sabe la envidia que le tengo.
—Sí. ¿Se acuerda de que hablamos de Pietroboni y su sincericidio inesperado?
—Cómo olvidarlo... El hombre sale a reconocer que pagaba coimas del 15 por ciento, reconoce su amistad con el Urri, anuncia con bombos y platillos que lo presionaban desde la Casa Rosada para no competir contra Lázaro Báez y, por si eso fuera poco, unos minutos después (un par de días, en verdad), el mismo tipo que él dice que lo presionaba es encontrado de madrugada queriendo esconder bolsas de dólares termosellados en un convento... ¡Como para no acordarse!
—Bueno, de eso quería hablarle. ¿Vio que las monjas no son monjas ni el convento es convento?
—Sí. La orden nunca fue aprobada por el Vaticano y nada de eso es lo que parece... ¿Qué pasa con eso?
—Nada, que eso me hizo pensar que es casi una metáfora del país. Acá nada es lo que parece. Por eso nadie le cree nada a nadie. Porque tampoco los peronistas son peronistas, por ejemplo...
—¿Cómo es eso?
—Y sí, fíjese. Estuve haciendo un pequeño informe para el GPS.
—¿El qué?
—El GPS, el “Grupo Peronista de Supervivencia”.
—¿Y qué es eso?
—Y.... es bastante confidencial. Pero le explico rápidamente. Es un Thinktank, un equipo asesor del PJ entrerriano, que ante cada crisis del peronismo a nivel nacional se ocupa de analizar cómo reconvertirse y seguir adelante... Sin abandonar lo esencial.
—Los principios...
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS correspondiente al día 7 de julio de 2016)