-El IOSPER. Existen escenarios institucionales que transparentan más que otros el juego y disputas que libran los poderes económicos. Esos escenarios y disputas generalmente favorecen a sectores concentrados y por ello también son reveladores del accionar del Estado que debe administrar la cosa pública y dirimir entre los intereses contrapuestos de la sociedad y de las corporaciones del privilegio. La principal obra social de la provincia (el IOSPER) es un caso testigo de esta vidriera. Con un presupuesto aproximado a los 120 millones de pesos, de parecida magnitud al de la Municipalidad de la ciudad de Paraná, es fácil convenir la importancia que reviste dicho instituto para la economía provincial. Claro que además de los números, dar cuenta de la verdadera gravitación del IOSPER supone tener presente que de sus servicios depende la salud de la gran mayoría de las familias entrerrianas. Sucede que la salud por ser el costado más sensible de este estadio del desarrollo social, espeja en su configuración empresarial el rostro quizás más siniestro del capitalismo. Precisamente, como la atención de la salud integra las necesidades básicas de la sociedad es un sector altamente codiciado por el capitalismo para maximizar las ganancias.

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-La Intervención. El curso actual de la obra social se inscribe bajo el dominio de dichas corporaciones. Tras sucesivas intervenciones complejizadas por los negociados, el gobierno nombró al doctor Ricardo Rizzo con el objetivo de emprolijar la cuestión. Sin embargo, en lo que va de su gestión los gastos han aumentado desconsideradamente y consecuentemente el déficit trepó por encima del millón de pesos mensuales. El ítem presupuestario correspondiente a medicamentos es un verdadero agujero negro por donde se escapan hacia destinos inciertos, pero sospechables, enormes recursos mes a mes. Uno de los últimos registros conocidos indica que en noviembre del 2005 se gastaron 3,6 millones en ese concepto a través del convenio con el Colegio de Farmacéuticos. La sinrazón de estas erogaciones se agiganta porque el afiliado al IOSPER hace años que sabe lo que es comprar medicamentos con descuentos por obra social. No cuenta con farmacias adonde adquirir medicamentos con descuentos, y así debe contentarse con los genéricos que el deambular por algún hospital le pueda dar, o directamente ponerse al precio de mercado. En verdad, los únicos medicamentos que provee el IOSPER son aquellos que requiere el afiliado internado. En ese sentido, es vox populi que una de las principales manganetas viene de la mano del precio que se paga por esos medicamentos. El IOSPER, más que cualquier otra obra social, podría adquirir esos insumos a muy buen precio negociando directamente con los laboratorios. Sin embargo, ello no es así, y el precio que se termina pagando no es menor al que paga un cliente en cualquier farmacia. Además de todo ello, la gestión a cargo de UPCN y la Federación de Municipales, prohijada por los diputados José Ángel Allende y Juan Carlos Almada, se dedicó especialmente a destruir todos los sistemas de controles, con lo cual hoy no se puede saber con certeza por dónde se va la plata de la obra social.

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-Los círculos del poder. La capacidad para imponer interventores y funcionarios que sintonicen con sus pretensiones es sólo una de las direcciones sobre las que se mueven las corporaciones de la salud. Cuando el gobierno provincial, sobrepasado por la presión de sus trabajadores se decide a normalizar la conducción de la obra social y abre un proceso electoral, aparece el aliado estratégico de estos intereses; la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), conducida también a través de una intervención por el mencionado Allende. El millonario dirigente gremial de UPCN no necesita que las corporaciones le tengan que soplar al oído lo que tiene que hacer. Conoce el libreto de memoria y acredita pergaminos (y propiedades) en el cumplimiento de esa tarea. Su gremio está imbricado nacionalmente con estos intereses y él es un verdadero experto. En su ayuda y proyección concurren sectores y corrientes insospechables. Una buena muestra es lo que sucede en el actual proceso normalizador. Luego de la consulta que se realizó el 12 de febrero de este año, Allende quedó golpeado. Era una contienda hecha a su medida y sin embargo perdió en toda la línea. En su propia ciudad, Nogoyá, sufrió una fuerte derrota. Luego de ese castigo no le quedaban ganas para nada, mucho menos para presentar lista en la contienda definitiva. Así fue que UPCN y aliados como Cristina Yuri dejaron vencer los plazos sin presentar lista. Pero cuando los negocios peligran llegan las ayudas. Un decreto con rebuscados argumentos prorroga el proceso de elecciones con el inocultable propósito de permitir la recuperación del mandamás de UPCN. Sólo faltó que en los considerandos de la norma rubricada por el gobernador éste pusiera en letras de molde lo que sostuvo públicamente hace un tiempo: “José es como un hermano para mí”. La maniobra pergeñada de urgencia padecería de desprolijidades legales.

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-Los nervios de la estampida. Con algunos aditamentos del folclore interno ocurrió más o menos lo esperado. La sesión de Diputados convocada para tratar el proyecto que declara la necesidad de la Reforma Constitucional decidió prorrogar su tratamiento. Es que finalmente, y tal como habíamos afirmado desde esta columna, el bloque justicialista no había concretado ningún acuerdo con las representaciones parlamentarias opositoras, y por lo tanto no contó con los dos tercios necesarios para lograr el tratamiento sobre tablas. El 25 de abril -fecha fijada para la próxima sesión- quedará transparentado el fracaso de la iniciativa política en la cual el bustismo puso sus mayores energías. El proyecto reformista terminará en el cesto de papeles no sólo porque la oposición no lo acompaña, sino básicamente porque las agachadas dentro del propio oficialismo no permitieron que el tratamiento del tema tomara la estatura que correspondía. Así, se terminan por estos tiempos las especulaciones de que Jorge Busti tenga chances de volver a disputar para sí un cuarto mandato. Y con ello llega ese momento tan temido de la diáspora que naturalmente se originará en el peronismo por la dilución del poder. Este curso de acción digitado al milímetro por la burocracia más dura del PJ comienza a sentir los primeros cimbronazos de un horizonte tormentoso hacia el 2007. En un juego hermético, propio de especialistas que comienzan haciendo mandados contra los de afuera y terminan reproduciéndolos contra los propios, días pasados aparecieron volantes proponiendo la fórmula Sergio Urribarri-Carlos Molina.

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-Alquimias. Si bien para la concentrada conducción del PJ la aritmética de los números cierran, la alquimia no deja de tener puntos de tensión. Recientes encuestas dan una proyección de votos para el justicialismo superior al 50 por ciento, sigue la UCR con el 10 y la Concertación Entrerriana con el 9 por ciento. Las cifras son francamente prometedoras y ponen a tope las pulsaciones de la crema pejotista. Sin embargo, la falta de caminos alternativos que propongan confianza hacia adentro y a su vez sean transitables por el conjunto de la sociedad, lleva a los ideólogos del gobierno a recorrer tortuosidades. La precandidatura de Sergio Urribarri a gobernador iría alineada a la de Jorge Busti a la Intendencia de Paraná. Este cronista se niega a creer que semejante dislate pueda concretarse, pero hay que señalar que en la galería de los próceres, Engelmann, Castrillón, Allende, la propuesta se considera invulnerable. Hay un detalle que mete ruido en esa línea de trabajo. Dentro de los duros, los más duros ven al ministro de Gobierno con reservas.

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-Sordos ruidos. Julio Solanas no se sintió agraviado por las imputaciones del gobernador y contestó con mesura. Simplemente se limitó a decir que no tenía nada que ver con el asunto y que el agravio no era su estilo. Ya se ha dicho que es probable que Busti sepa identificar mejor que nadie la usina generadora de esas operaciones, y tiene además la intima convicción de que no fue el solanismo. En todo caso, no fue tampoco el único dislate que afloró de la boca del gobernador en los últimos tiempos. Las disonancias tienen que ver con el cúmulo de presiones a que está sometido. Y son reveladores también de que Jorge Busti camina unos cuantos pasos más adelante que el círculo que lo rodea. Mientras la cooperativa levanta candidaturas o las baja y trata de garantizar espacios redituables en futuros gobiernos, Busti sabe que su contrincante en definitiva es Néstor Kirchner. En esa perspectiva el 51 por ciento con que lo adulan sus seguidores se esfuma en el aire ante el 75 por ciento que ostenta el Presidente. El gobernador es conciente de que su armado malquista al matrimonio presidencial y también es conciente de que Solanas tiene miradas más benignas. El vicegobernador Pedro Guastavino también ha tomado nota de esta tendencia, por eso se atrevió a mostrar su impaciencia en público frente a la pretendida consulta urdida por el gobernador sobre el tema de los cortes de ruta.

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