Andreas Brehme falleció este martes, a los 63, producto de un infarto.
El fútbol alemán llora la muerte de Andreas Brehme, el verdugo de la selección argentina en la final del Mundial de Italia 1990. El autor del gol, de penal, que le dio la tercera Copa del Mundo a su país partió inesperadamente a los 63 años en Múnich, producto de un infarto. Susanne Schaefe, esposa de Brehme, confirmó la noticia a través de un comunicado: “Pedimos en estos momentos difíciles que se respete nuestra esfera privada”.
El ex jugador de Bayern Múnich, Inter, Kaiserslautern y Real Zaragoza jugó 86 partidos con Alemania y marcó ocho goles, uno en el Olímpico de Roma, donde el árbitro mexicano Edgardo Codesal cobró una supuesta infracción de Roberto Sensini sobre Rudi Völler que Sergio Goycochea no pudo contener.
Brehme también fue muy importante en el Mundial de México 1986, participando de otra final, también contra Argentina, y marcando, de falta, un tanto clave en la semifinal frente a Francia.
El pasado enero, tras el fallecimiento de Franz Beckenbauer, quien había sido su entrenador en la selección, el exdefensor dijo que creía que el Kaiser “formará con Pelé y Maradona un triángulo mágico en el cielo”.
Brehme también probó suerte como entrenador, pero estuvo lejos de aproximarse siquiera a los éxitos que había logrado como jugador.